Declaraciones que molestan

Las declaraciones de la Ministra de Educación acerca de la imposibilidad de un aumento para los docentes, en el marco de la Mesa de Negociación Salarial constituida el 20 de noviembre, resultan no menos que molestas. Casi como un latiguillo, resuenan desde todas partes palabras como prudencia, responsabilidad, coherencia, unidad ante la crisis y muchas más, tratando de poner freno a los reclamos de recuperación salarial que, legítimamente, llevamos adelante los trabajadores desde distintos gremios de la Administración Pública.
Siempre, la pesada carga está del mismo lado.
Hemos expuesto y ratificado nuestra disposición al diálogo en todo momento, pero resulta difícil dialogar y crear condiciones de negociación cuando se comienza por el "NO". Comenzar por la dualidad de admitir la necesidad de poner en valor las condiciones salariales de los trabajadores de la educación y, casi simultáneamente, decir no, hace temblar la mesa y abortar posibilidades de acuerdo.
Creemos que la misma responsabilidad, prudencia y cordura debería existir desde la representación política del Gobierno.
Por otro lado, en ningún momento la propuesta elevada desde los representantes de los trabajadores constituyó una propuesta cerrada, indiscutible y de taxativa aplicación, sino la base de una discusión. Porcentajes, tiempos de alcance de las aspiraciones propuestas y demás cuestiones son parte de la negociación.
Así como piden, pedimos responsabilidad.
De la misma manera en que no cerramos ninguna puerta, reclamamos que las dejen abiertas.
Coherencia, desde todos las partes.
Sino, como siempre, desde un lado y otro repetiremos la misma historia.