08 de noviembre 2.010
En días de la semana pasada, se anunció un preacuerdo salarial entre el Ministerio de Educación y la ATECH.
En principio, el anuncio de decisión tomada del BONO de mil pesos que se pagaría con el medio aguinaldo, vendrá a paliar el deficitario presupuesto de todos los trabajadores. Es decir, el medio aguinaldo servirá, como siempre, para pagar viejas deudas a lo que vendrá en auxilio el mentado BONO (por única vez).
Pero, lo que más preocupa, es que lo que verdaderamente importa es el aumento que se produciría en el Salario Básico de los Trabajadores de la Educación, anunciado para marzo ($1800), julio ($1950) y septiembre ($ 2040) del 2011.
Lo que preocupa no es que se vaya recomponiendo progresivamente el SB, sino los plazos establecidos. Si se acuerda con esta propuesta, en primer lugar, cualquier tipo de acuerdo previo a la Paritaria Nacional (a la que el gobierno provincial viene desoyendo sistemáticamente) dejaría sin margen de negociación alguno de los porcentajes de aumento que establezca la negocicación salarial nacional. En segundo lugar, se entendía de acuerdo con las versiones circulantes y el posicionamiento de los dirigentes sindicales que el reclamo sería para antes de que terminara el presente año y, ahora, como si tuvieran la bola de cristal en la mano, preacuerdan un aumento del 13,5% para marzo de 2011, cuando la inflación del orden del 40% (en el 2010) ha roto el poder adquisitivo de los trabajadores en general. En tercer lugar, siguiendo con el desatino, se preacuerda un poco más del 8,3 % para julio y la incorporación de una suma fija de casi 90 pesos para septiembre, siguiendo, tal vez, con el mismo concepto de la bola de cristal.
Este preacuerdo, lisa y llanamente, desmoviliza, achata el reclamo y desconoce la realidad de los compañeros trabajadores de toda la provincia, pero, sobre todo, convierte al gobierno provincial en el dueño de la negociación y de los aumentos.
Si no recordamos mal, a fines de abril de 2009, los negociadores de hoy, pretendían un salario de $ 2.000.-, que tendremos dos años y medio después.
Todo un desatino.
