LA CEA ESTUVO EN LA FERIA DEL LIBRO



CONFEDERACION DE EDUCADORES ARGENTINOS.


FERIA DEL LIBRO - MAYO 2013.

LOS TRABAJADORES Y LA EDUCACION POPULAR.

DESAFIOS PARA RECONSTRUIR UN PARADIGMA.

DISCURSO DE LA SECRETARIA ADJUNTA DE LA CEA, COMPAÑERA ILDA LUCERO.

Como Secretaria Adjunta de nuestra organización y en nombre de Fabián Felman y las compañeras y compañeros que integran la CEA en todo el país, digo presente como sindicalista riojana, como mujer y como docente.
Lo digo además, agradeciendo la oportunidad de compartir este panel con compañeros comprometidos en la defensa de la educación popular y los derechos de los trabajadores, o lo que es lo mismo, comprometidos y activos en pos de una sociedad más justa, más solidaria, más integrada.
Y en este sentido nuestra Confederación con una fuerte presencia federal, en donde se escuchan las voces de cada una de las jurisdicciones, desarrolla también un gran trabajo regional, y es por ello la presencia de nuestro secretario general en Santo Domingo, República Dominicana, convocado por la Internacional de la Educación para América latina, y donde desde el Movimiento Pedagógico Latinoamericano nos convoca a celebrar en septiembre el natalicio de Paulo Freire en su tierra natal.
Las/los trabajadores de la educación debemos hablar de estos desafíos, de una sociedad más justa, más solidaria, más integrada. Sabemos como pocos lo que acontece cuando estos pilares de la tarea educativa son avasallados. Nuestras aulas son el reflejo permanente del bienestar o el sufrimiento del pueblo. Por lo tanto, cada decisión, cada palabra, cada gesto o recurso que pongamos en juego para sostener una escuela para todas y todos es y será siempre la causa que nos convoque a la acción.
La defensa de la educación popular es un hecho político que convoca a múltiples y concurrentes intervenciones. Romper la inercia de las burocracias, habilitar el dialogo horizontal, participar, debatir, confrontar, desnaturalizar posiciones, hacer visibles las deudas, movilizar grupos sociales diversos. Todo esto es defender, sostener, promover, una mejor educación para el pueblo.
Pensar políticamente este proceso de intervenciones concurrentes, incluye indefectiblemente mirar al Estado y a éste, en su relación con los educadores. En esta relación política, un Estado presente y fortalecido es el mejor garante de la tarea emancipadora de los docentes en las aulas. Así, enseñar y aprender se convierte en un encuentro entre Estado y ciudadanía que es necesario profundizar.
Asimismo revitalizar el paradigma de la educación popular demanda una lectura de época. Una lectura histórica y crítica sobre las condiciones y posibilidades que hoy definen lo educativo.
Desde ese lugar, podemos afirmar que las aulas de la patria son hoy un lugar de esperanza. El 27 de mayo vamos a celebrar 10 años de una gesta: la restitución de un lugar central para las políticas educativas en nuestro país. Desde hace una década no hemos dejado de avanzar en un esforzado proceso de reconstrucción de un sistema educativo devastado e inmovilizado por la fragmentación.
Más escuelas, más bancos, más libros, más chicos y chicas volviendo a estudiar nos hablan de un sistema vivo y potente. Nos invita a renovarnos en nuestras aspiraciones y a mirar lo que nos falta como una tarea posible
¿Batallas ganadas hasta el presente? Sí son visibles.
¿Todas las deudas saldadas? Aún no
No podemos desconocer que los enemigos siguen acechando y cada día apuestan al fracaso de las oportunidades de los excluidos. Detractan lo hecho como custodios del bien común apelando al artificio del combate al populismo mientras siguen pregonando con fiereza que menos es más y que si es para pocos es mejor.
Mientras ellos cuentan a viva voz su versión sobre el relato oficial, nosotros hacemos carne nuestro relato, concretando lo que decimos. Y lo digo en plural porque somos muchos y en especial un amplio sector de las trabajadoras y trabajadores de la educación, que creemos que es necesario no banalizar los logros del presente y ponerlos al servicio de esa lectura de época a la que hacía referencia, para poder valorarlos y fortalecerlos en sus consecuencias
Asignación universal, conectar igualdad, secundaria obligatoria entre otras medidas, nos hablan de un posicionamiento contundente: detrás de todas y cada una de estas decisiones está el pueblo presente.
La CEA se reconoce como parte de ese pueblo, de este proceso y de este presente.
Por esta razón sostenemos un permanente trabajo político-ideológico en y con las bases, con el propósito de incidir en la batalla cultural que este proyecto propicia.
Como CEA, además, creemos necesario profundizar todas y cada una de las notas distintivas de este tiempo, en el que el debate y el hacer político han ganado en lo público y en la vida de los ciudadanos un lugar impensado hace una década atrás.
Profundizar para nosotros equivale a sostener y ampliar las oportunidades del presente. Y en ese sentido quisiera referirme a dos en particular: la participación de los sindicatos en la toma de decisiones de política educativa en general y la participación en las discusiones sobre una nueva escuela pública en particular.
Este panel está integrado por representantes nacionales de organizaciones nucleadas en la CGT. No es casual. Responde a un movimiento que intenta fortalecer la lucha colectiva como la herramienta política capaz de brindarnos mejores escenarios de consolidación y crecimiento. Esta es nuestra impronta, hace 32 años, un 7 de mayo del 1981, el compañero Saúl Ubaldini, quien fuera Secretario General de la CGT, convocaba en plena dictadura una movilización a San Cayetano por Pan, Paz y Trabajo y nosotros y nosotras estamos hoy recordándolo y comprometiéndonos por los mismos ideales en otro escenario.
Mucho camino recorrido, muchas pérdidas, muchas dolor, muchos desencuentros. Pero con el valor que caracteriza a los y las trabajadores y trabajadoras, retomamos el camino de la democracia. Esta decisión requiere seguir siendo militada y custodiada colectivamente.
Y en este sentido supimos construir una herramienta fundamental: la paritaria docente.
Conocemos el avance histórico que ellas representan. Sin embargo, en muchas provincias todavía son una aspiración, una expresión de anhelo, una herramienta a disputar.
Pretendemos más participación en las decisiones. Las paritarias representan acabadamente ese lugar en donde Estado y trabajadores podemos acordar condiciones y sentidos. Por lo tanto, pretender ponernos de acuerdo en lo posible, en todos los temas prioritarios de la agenda educativa es un desafío que no podemos eludir. Y para ello, es necesario generalizar e institucionalizar en todas las jurisdicciones los espacios paritarios.
Sabemos que esa tarea no es sencilla, pero necesitamos de ella para avanzar. Necesitamos que se generalicen y se institucionalicen en todas las jurisdicciones. Más educación es más participación.
Acordar, aun en las diferencias, es el camino hacia una patria más inclusiva.
De igual modo, el debate pedagógico con las y los docentes debe ser, a nuestro juicio, una estrategia permanente.
Lo colectivo, lo común, la opción por los más débiles, el trabajo con las diferencias, siguen siendo hoy objeto de controversia en la aulas. No todos pueden ver con claridad los resabios del neoliberalismo detrás de algunos supuestos de intervención. No todos se sienten convocados a una reflexión sistemática y responsable sobre el sentido de su tarea educadora.
Los cambios no son visibles ni bienvenidos para todos, como tampoco las razones por las cuales la escuela pública debe trabajar mejor.
Allí los sindicatos tenemos mucho que aportar y estamos dispuestos a hacerlo. De hecho las organizaciones de base de la CEA participan en diferentes actividades centradas en procesos de reflexión y formación tendientes a poner en discusión la realidad de las aulas, como nuestros Congresos Políticos Educativos anuales que en el Mes de Octubre se realizará en el Chaco el Congreso.
Es desde ese lugar que proponemos ampliar las bases del diálogo político institucional para que lo deseado sea posible, para que en cada escuela la suerte de los excluidos por cualquier razón o condición se revierta de manera efectiva.
Para Paulo Freire la realidad es punto de partida y de llegada y la acción educadora es capaz de incidir en ella de manera conservadora o progresista. Como él, apostamos a un progresismo que pueda dar cuenta de lo que denominaba los “inéditos viables”. En este concepto se concentran, tal vez, las notas que renueven las prácticas pedagógicas que necesita una Argentina que cambia y avanza en ese sentido.
Sostenemos que no podemos soslayar la batalla contra herencias pedagógicas que aun hoy, reproducen desigualdades y alejan a los sectores más postergados del derecho al conocimiento. Un futuro más humano e igualitario se juega en las aulas del presente. Por ello requerimos de una criticidad a la hora leer escenarios y posibilidades; a la hora de imaginar estrategias y métodos de trabajo, a la hora del debate colectivo de ideas y fundamentalmente de prácticas.
Volver a la escuela y a los sujetos políticos que en ella interactúan sería un buen primer paso. Volver para continuar creciendo como sociedad desde de ella. Por nuestros compañeros y compañeras, por las niñas y niños, los adolescentes y jóvenes de la Patria Grande.
Porque somos educadores y trabajamos para anticipar el futuro.