Sabemos que muchos dirán que es una locura, que es impensable, que el empleador especulará con la doble función que tienen un alto porcentaje de los docentes, pero todos estos comentarios y especulaciones se caerían si tomáramos seriamente los costos de la canasta básica familiar, escolar y demás y nos pusiéramos a pensar en los impuestazos, aumentos de servicios y tantas otras cosas que atacan el bolsillo de las/os trabajadoras/es.
Es cierto que se habla de hasta un 25 % de aumento para los salarios como tope para mantener y ajustarse a la pauta nacional, pero la verdad es que de un tiempo a esta parte y producto de consentimientos sindicales espúreos y a medida de sindicalistas y empleador, el salario de las/os docentes del Chubut ha retrocedido en su posicionamiento a nivel nacional y ha sido superado, ampliamente, en la misma escala.
Se han querido adornar los ingresos con adicionales que no hacen más que aumentar los ítems del recibo de haberes, pero que no cuentan en instancias de aportes a la obra social y a la jubilación.
Por estos fundamentos y otros, que seguramente en una más detenida evaluación se podrían agregar, consideramos que nuestro sector, consciente de su real valor en el tramado de la sociedad debería estar planteando un RECLAMO DE AUMENTO SALARIAL del 35 %, no menos, sí más.
Por supuesto, muchas/os pensarán también y se quejarán de los descuentos del Impuesto a las Ganancias, pero pensemos que, aunque sea importante, nunca alcanzará a eliminar la totalidad de lo aumentado y, además, cuenta para nuestra jubilación en el futuro el monto de los aportes que realicemos en la actualidad.
Como siempre, dependerá de nosotros de las/os trabajadoras/es, de cuánto estemos dispuestos a traccionar y a plantarnos firmemente ante el empleador para reclamar por un Salario Básico que, aunque seguirá siendo insuficiente, recuperará dignidad.
