Coincidentemente con el viernes santo, se recuerda el inicio de la guerra por la recuperación de las Islas Malvinas. Luego de 28 años del luctuoso hecho, seguimos reclamando nuestros derechos y nuestra soberanía sobre las islas.
Ofrecemos una Nota Editorial de María Seoane, Asesora Periodística y Editorial de la Revista Caras y Caretas Nº 2244.
"La causa por la soberanía de Malvinas no es un tema faccioso. Es una reivindicación que nuestro país trajinó, desafió y transpiró no sólo en los oblicuos pasillos de la diplomacia internacional sino que dejó sangre, sudor y lágrimas en un campo de batalla desigual en la guerra del Atlántico Sur. No importa que la de 1982 haya sido una aventura militar de la dictadura. Sólo importa, ahora, que los argentinos sabemos desde tiempos inmemoriales de la formación nacional que esas tierras heladas nos pertenecen. Ahora se sabe que aquella guerra estaba manchada no sólo de rojo sino de negro, el color del petróleo. La llegada de una plataforma petrolera inglesa era un asunto que formaría parte del corolario de aquella derrota: era previsible. Sin embargo, lo más doloroso y también previsible fue el silencio pasmoso de la llamada "oposición" frente al reclamo del gobierno de Cristina Fernández -nuestro gobierno constitucional- y de su firmeza para limitar cualquier nuevo saqueo de los recursos naturales del país. La "oposición", constituida como un sujeto único, pero definitivamente amorfo porque en su seno existen posturas e intereses antagónicos, guardó silencio. Unos viajaron invitados por el Foreing Office y lo festejaron, sin tener un gesto siquiera de solidaridad con su propio gobierno que estaba defendiendo intereses históricos y muy queridos de los argentinos. Otra vez se deberá decir, como queda claro a la vuelta de la historia, que la guerra sucia de la dictadura y su continuación en la guerra de Malvinas no fue sólo un asunto militar. Hubo en estas tierras una claqué de civiles que lucraron y se entusiasmaron con "pertenecer" al Primer Mundo y con disfrutar como socios menores de un saqueo que nos costó vidas y bienes. Los nombres de esos políticos, empresarios y militares forman parte del verdadero sustrato negro que circula en los chorros de petróleo que se sacarán, otra vez, de esas islas heladas. El tema no son, entonces, los saqueadores ingleses. El tema central seguirá siendo para nosotros la cofradía de saqueadores y genuflexos criollos que, por interés u omisión, han entregado la Argentina al mejor postor."
Saludamos y nos solidarizamos este 2 de abril con los Veteranos de Guerra y sus familias y tenemos en la memoria a los caídos en la guerra de Malvinas.
