La prueba del archivo

En abril de 2007, debido al asesinato del Profesor Carlos Fuentealba, el Gobierno Provincial Declaró Duelo Provincial en todo el Territorio de la Provincia del Chubut por la muerte del docente y en los Considerandos del Decreto Nº 305/07 (B.O. Nº 10218, martes 10 de abril de 2007) reflexionaba sobre "lo intolerable de la represión policial como medio para solucionar los conflictos sociales."
Han pasado poco más de dos años y la intervención de las fuerzas policiales y de grupos especiales se han convertido en una constante en zonas de la cordillera (Corcovado, Lago Puelo) con los pueblos originarios, en Trelew con la erradicación de los asentamientos, en Sarmiento con vejaciones a los presos y con los trabajadores de distintas ramas en distintos lugares de la provincia.
Aquel accionar que ayer se repudiaba en otra provincia patagónica, hoy es "práctica" en esta provincia de la misma Región.
Ante aquel hecho se invitaba "a todo el Pueblo del Chubut a reflexionar acerca del lamentable hecho por el cual resultara asesinado el docente Carlos Fuentealba, durante una manifestación en la que los maestros reclamaban mejoras salariales."
Hoy es conveniente que reflexionemos con todos los elementos que
sean necesarios y tenemos a nuestro alcance y hagamos una mirada lo más objetiva posible para evaluar las situaciones que se están dando.
Hoy no es conveniente ni posible continuar con la brutal y desmedida intervención de los grupos especiales y de la policía que persigue, hiere y amedrenta a los trabajadores que "reclaman mejoras salariales" o a ciudadanos comunes.
Hasta ahora, NADIE HA MUERTO en las refriegas que se produjeron por distintos motivos.
Hasta ahora, NO HA SIDO NECESARIO DECLARAR DUELO PROVINCIAL NI PONER LA BANDERA A MEDIA ASTA.
Pero sí es hora de que pensemos qué modelo de sociedad y de trato queremos ante las necesidades, ante los reclamos y urgencias de quienes componemos esta heterogénea sociedad, quienes de ninguna manera podemos ser objeto de situaciones como las que se viven y últimamente se producen.
El hombre es prisionero de lo que dice, escribe y piensa. Su accionar cotidiano es el que va marcando en cuánto se mantiene en las mismas ideas o en cuánto se aleja de ellas, tal vez, como para no resistir un archivo.

(Ofrecemos el texto completo del Decreto Nº 305/07)