Los genios de una decisión lamentable


Quieren un secundario más flexible y ya hay polémica
Permitirían más faltas, más materias previas y evitarían las expulsiones. Dicen que es para bajar la deserción escolar, que es de 50%. Comenzará a implementarse gradualmente desde 2010.
CAMBIOS URGENTES. Preocupa que los alumnos egresen con pobres aprendizajes en áreas básicas.
Claves del proyecto
Hace rato que la secundaria necesita un cambio. Recién esta semana, el Consejo Federal de Educación –formado por los 24 ministros del área del país– consensuó el primero de tres documentos para reformarla. No se hace desde 1880. Sin embargo, otros expertos en educación cuestionan la posibilidad de ponerles fin a los exámenes de ingreso y a las expulsiones, a darles más faltas a los alumnos que trabajan y a las madres adolescentes, a elegir entre las materias cuatrimestrales y permitir más de tres previas anuales. Entre otras tantas medidas que aún se discuten y no serán implementadas hasta el año próximo.Según el documento, "Lineamientos Políticos y Estratégicos de la Educación Secundaria Obligatoria", al cual accedió Clarín, el plan apunta a evitar la repitencia y sobre todo, disminuir la deserción escolar, que hoy representa la mitad de los estudiantes que ingresan a la secundaria. También apuesta al conocimiento y a la calidad del aprendizaje. Que sea una escuela a la que los chicos deseen asistir."Sí, la nueva secundaria que es obligatoria desde 2006 será más flexible, será un camino más amable para los alumnos", admitió el ministro Alberto Sileoni a Clarín. ¿Qué significa? Dijo que hay que buscar estrategias que se adapten a los problemas de la adolescencia de hoy. "Tal como está organizada la secundaria, responde a un tipo de sociedad homogénea como era la de antes, quizá la de 1950. Está demostrado que los sistemas de control de asistencia y de evaluación –entre otros– no sirven, hay que mejorarlos", apuntó. Y dio ejemplos: el alumno que no puede ir a la escuela porque no puede pagar los libros y útiles, aquella que se queda embarazada, aquel que debe salir a trabajar, aquel que se va porque los docentes no lo incentivan. "Pensamos en otra organización institucional que tenga que ver con lo que nos pasa socialmente", dijo el funcionario.Para Horacio Sanguinetti, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires y presidente de la Academia Nacional de Educación, los cambios son "lamentosos". Consideró que se trata de un "facilismo" y de "girar una rueda en el vacío". Quiere volver a las viejas escuelas. Dijo que la reforma es "un planteo teórico que en la práctica no sirve". Y se enojó: "¡Vamos! Somos argentinos y nos conocemos bien: aplaudo los esfuerzos pero si empezamos a aprobar a todos sin arreglar la formación docente, estadísticamente habrá más chicos que terminen la secundaria, lo que no quiere decir que sepan más".No todos critican la nueva secundaria. Pablo Pineau, profesor de la UBA y del Instituto de Formación Docente, dijo que los cambios son para mejorar pero aceptó que no es una solución mágica. Habló de procesos, de tiempos. Y sostuvo que hay un presupuesto de que lo flexible es menos exigente. "Los niveles de expulsión y de abandono no son propios de una escuela que garantiza el derecho a aprender", aseguró.Silvina Gvirtz, doctora en Educación, profesora de la Universidad de San Andrés e investigadora del Conicet opinó que la reforma es "un parche" porque "el planteo debe ser qué es lo que debe saber un alumno cuando termina la secundaria y no cuántos la terminan".Pese al debate, coincidieron en que todo cambio debe enfocarse en la realidad de los chicos que ahora van a la secundaria, y que en su mayoría viven en situaciones sociales de riesgo y exclusión.

Fuente: Clarín 18/10/2009