En nuestra recorrida por el interior provincial seguimos viendo las necesidades que existen en las escuelas y en las viviendas de servicio para los trabajadores de la educación.
En la Escuela Nº 135, después de un año, siguen sin agua; los docentes de la Escuela Nº 69 de Cushamen siguen viviendo en precariedad, al igual que los de la Escuela Nº 106 de Alto Río Senguer. Tampoco hay partidas para viáticos para visitas de las Supervisoras y Supervisores a las Escuelas/Colegios y, a esta altura del año, en el Interior no conocen a las Supervisoras/es designados a partir de este año. ¿Necesita la Escuela de Blancuntre apelar a la solidaridad para cubrir las necesidades que el Estado Provincial debería cubrir? ¿Dónde se acortó la brecha entre las escuelas del interior y de las ciudades?
Todo parece indicar que hay reclamos sin respuestas, necesidades sin solución.
