Después del receso...qué?

Otra vez a las aulas, nuevamente a la ardua tarea de enseñar y aprender, compartir vivencias, problemas, situaciones de conflicto y todo lo que cotidianamente impregna a la labor de los trabajadores de la educación y a las escuelas. Un largo desafío de cinco meses para todos.
Los padres de los estudiantes, los trabajadores de la educación (incluyendo a todos, sin importar su jerarquía) llevamos una pesada mochila de conflicto del Gobierno Central con el campo, actos y contraactos, afrentas y enfrentamientos. Embretados en esta maraña de sucesos quedamos los trabajadores, indistintamente. Hoy vemos, con pesar (y así lo comentamos con los compañeros en los pasillos), que cada vez tenemos más trabajo para enfrentar la diaria existencia, que tomamos otro cargo o nos cuentan del ofrecimiento de horas cátedra en tal o cual colegio. Escuchamos, también, que faltan docentes, que hace más de tantos días los chicos no tienen clases o que en el interior no se pueden cubrir los cargos. Aparecen expresiones de posibles soluciones para cubrir las necesidades, pero, verdaderamente, no aparece ninguna concretamente. Y podemos seguir analizando la situación, buscar y encontrar un sinfín de explicaciones más o menos acertadas, pero serán parciales. Por qué? Porque una respuesta que contenga todas las explicaciones a la complejidad del sistema educativo nos aproximaría a gritar "¡eureka!", como expresión de haber encontrado la solución a todos los problemas o males que nos aquejan en la escuela. Lo que más nos preocupa es que no se puedan ir, paulatinamente, solucionando los problemas, aunque más no sea, de a uno.
Por eso nos preguntamos: Después del receso...qué? Las escuelas/colegios seguirán arrastrando sus problemas administrativos, que retrasan el pago de los sueldos de los trabajadores? Los colegios secundarios y sus anexos seguirán tratando de asumir responsabilidades civiles, pedagógicas y administrativas como sobrepeso y agregado a sus, hasta comienzo de este ciclo lectivo, habituales tareas? Las escuelas primarias seguirán esperando que aparezca algún docente que cubra el cargo de este año o del otro, o que una compañera jubilada necesitada tome la decisión de reinsertarse en el sistema para paliar la situación, o que una estudiante avanzada comience su anticipada experiencia de enseñar? Seguiremos esperando mayor rentabilidad de la provincia en coparticipación petrolera para que nuestros alicaídos salarios recuperen lo que se devoró la inflación? Después...? Cuándo...? Y no es que nos atrape la adolescente actitud del "ya..., aquí... y ahora", sino que las preguntas de ahora son respuestas que se construyen con el tiempo y el tiempo indica que hay que comenzar a dar respuestas a partir de ahora. No se pueden esperar respuestas necesarias hoy cuando llegue octubre o noviembre. Las necesidades están presentes hoy y dentro de ellas, como parte de un todo "la recuperación de nuestro salario", mejorar la calidad del salario para que la educación se convierta en una oferta "tentadora" de trabajo, para una provincia que, como dicen, tiene como política de estado: la educación. Se necesitan soluciones a las problemáticas escolares, se necesitan educadores hoy, porque hoy es el tiempo de educar, los trabajadores necesitamos respuestas salariales hoy, porque la sobrecarga de trabajo y el sobreempleo no ayudan a la calidad educativa ni a un proyecto cualitativo de pueblo, ciudad, provincia o nación.
Tenemos muchas preguntas, respuestas a largo plazo y necesidades urgentes. En nuestras manos, la decisión.