TOLERANCIA CERO...Te pego...te mato...

En una semana muy sensible para todos quienes estamos en la diaria tarea de enseñar, hubo varios hechos de violencia escolar y de violencia contra los mismos docentes, ya que recordamos la violencia del estado contra un grupo de docentes que terminó con el asesinato de Carlos Fuentealba. Lamentablemente, hechos como la violencia entre alumnos y agresiones a docentes ya son moneda corriente en las escuelas. Quienes siguen de cerca la evolución de estos casos consideran que lo que pasa es el "reflejo" de lo que sucede en toda la sociedad.
Desde el Ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, quien expresa que "estamos ante una situación de violencia extrema, que es absolutamente inadmisible", hasta el Juez de Menores de Quilmes, Elbio Ramos, quien refiere casos de denuncias de golpizas fuera de la escuela, venganzas, dispustas por novios, con lesiones leves, amenazas o agresiones, siempre en el medio escolar, el cual considera "que los adultos cargan con gran parte de la responsabilidad, no sólo con su ejemplo, sino con la imposibilidad de inculcar otras metodologías para solucionar problemas" alternativas a las violentas.
Otro Juez de Menores, José Jiménez, de Misiones, puso el acento en el "modelo de agresividad de los adultos" y licenciadas que se desempeñan en el área de Psicología de la Dirección General de la Niñez de Sgo. del Estero opinaron que "la patología psicosocial que prevalece en la sociedad es la violencia y lo que sucede en las escuelas es un recorte de la realidad social."
Como trabajadores de la educación, permanentemente, estamos en estas circunstancias y situaciones de establecer acuerdos y negociaciones para salvar momentos de intolerancia y desencuentro y nos toca llevar a la tolerancia, a la aceptación del otro y sus actitudes. Pero la realidad es que, mientras no superemos la realidad social y desde sus políticas los gobernantes no modifiquen sus tradicionales esquemas de imposición de violencias desde el estado: impunidad, atropello, autoritarismo; poco podremos hacer con escasos y rudimentarios recursos desde las aulas.
Subsanar lo que ocurre en el ámbito de la sociedad es un desafío para toda la sociedad, incluidos gobernantes, docentes, padres, hijos y de todos aquellos que, de una u otra manera, actuamos en la sociedad, tratando de enseñar a ser tolerantes y aprender a tolerar a los demás.
Nunca nuestras diferencias tienen que ser igual a la muerte o la destrucción de los demás.